¿Qué es la estimulación temprana? ¿Cuándo iniciarla y qué beneficios tiene?
Podemos definir la estimulación o atención temprana como un conjunto de técnicas y actividades demostradas científicamente, y que, aplicadas de forma sistemática fomentan y aprovechan al máximo las capacidades físicas y mentales del recién nacido.
Pero, ¿En qué consiste exactamente la estimulación temprana?
El crecimiento del cerebro de tu bebé depende de los estímulos que reciba. Si esos estímulos son los adecuados en cuanto a cantidad y calidad, estos fomentarán un ritmo adecuado en la adquisición de las diferentes funciones cerebrales necesarias para el desarrollo del bebé.
La repetición de los ejercicios refuerza las áreas neuronales de tu bebé, lo que le permite ir adquiriendo nuevos conocimientos.
Además, los ejercicios le ayudarán a desarrollar su psicomotricidad, sus habilidades cognitivas y del lenguaje, su independencia y autonomía, así como aspectos emocionales y sociales.
¿Cuándo se realiza la estimulación temprana?
Desde el nacimiento de tu bebé (a partir de los 45 días de vida) hasta los 6 años de vida, porque en este periodo es cuando más conexiones neuronales se establecen en su cerebro y cuando tu bebé desarrolla la estructura de su pensamiento. Por eso se recomienda realizar las actividades a partir de los 45 días de vida.
¿Cómo se realiza la estimulación temprana? Consejos y tips
Las actividades se realizan como un juego, en el que pasar un rato divertido junto con tu bebé. Por tanto, no se deberían de forzar este tipo de ejercicios, ya que debe ser algo divertido para él.
Importante, debes respetar las horas de sueño o hambre.
Tampoco es aconsejable sobre estimular al bebé. Comienza por sesiones cortas de 5 minutos y poco a poco ve ampliándolas hasta 10 minutos.
Felicítalo siempre después de cada ejercicio independientemente de si lo ha logrado o no para motivarle y conseguir que le guste.
Intenta realizar este tipo de ejercicios un mínimo de 3 veces por semana, aunque lo ideal sería realizarlas a diario.
¿Qué se trabaja en la estimulación temprana?
Los ejercicios de estimulación pueden tener, como hemos mencionado, diversos objetivos en el desarrollo de los bebés.
Por ello, se pueden poner en práctica desde diferentes esferas:
Motricidad: fina y gruesa
Lenguaje
Habilidades sociales
Cognición
Emociones del bebé, Etc.
¡Veamos qué se trabaja en cada una de ellas!
Estimulación temprana para la mejora de la motricidad fina y gruesa
Mediante ejercicios de motricidad fina (también denominada como "destreza", es la coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo como los dedos y su coordinación con los ojos) y gruesa (es coordinación entre músculos, huesos y nervios para desarrollar o realizar movimientos generales grandes como agitar un brazo o levantar una pierna), se busca que el recién nacido trabaje la coordinación de sus movimientos. El objetivo es desarrollar sus músculos poco a poco para que logre mayor control sobre estos. Esto le permitirá manejar mejor sus extremidades (fundamental para que aprendan a andar) o lograr movimientos de cabeza más amplios.
Estimulación temprana y el Lenguaje
Fomenta la capacidad de comunicación del bebé, primero mediante onomatopeyas y sonidos, para luego ir introduciendo palabras.
El objetivo no es solo enseñarle a hablar, sino también inculcarle hábitos de escucha que le permitan analizar mejor las situaciones.
Estimulación temprana para mejorar la sociabilización de tu bebé
Algunos ejercicios de estimulación dotan al niño de herramientas para afrontar contextos sociales, como la interacción con otros niños, familiares o incluso desconocidos.
Estimulación temprana en la Cognición de un bebé
El principal objetivo de las actividades de estimulación cognitiva es mejorar los procesos de aprendizaje del bebé. También juegan un papel importante en el desarrollo social y de creatividad y activan su pensamiento.
La estimulación temprana y las emociones
A medida que los niños van creciendo, deben comenzar a saber identificar las emociones. ¡Sobre todo aquellas que ellos sienten!
Esto les ayudará a ser más autónomos y desarrollar una capacidad de independencia muy útil y necesaria para su futuro. Además, estas estimulaciones también contribuyen a que el niño sea menos dependiente de sus padres.
Como puedes comprobar, las áreas de trabajo son varias y en todos los casos muy importantes para el correcto crecimiento y desarrollo del pequeño o pequeña, algo que se traduce en grandes ventajas que pasamos a describir a continuación.
¿Cuáles son los beneficios de la estimulación temprana?
Los ejercicios de estimulación temprana suponen un acelerador en los procesos de aprendizaje de los bebés gracias a sus grandes beneficios. Tu hijo conseguirá adaptarse mejor a cada etapa vital.
Pero ¿cuáles son sus principales ventajas?
Aumenta la capacidad de concentración y de memoria. También se mejora la creatividad de los más pequeños.
Los ejercicios de estimulación temprana benefician también sus habilidades psicomotoras.
Favorece la curiosidad del bebé mediante la observación. Esto le permite ser capaz de interpretar contextos y reacciones de las personas.
Facilita la adquisición del lenguaje, gracias a ejercicios de articulación, comprensión y expresión oral de los bebés. También ayuda a retener más palabras nuevas para así enriquecer su vocabulario.
Refuerza sus habilidades sociales y relacionales. Se trabaja la empatía o la convivencia para mejorar su adaptación al entorno. También se potencia su autoestima y la toma autónoma de decisiones.
En algunos casos también permiten a los padres detectar trastornos en el aprendizaje de sus hijos.
¡Y es que las ventajas y beneficios que tienen estos ejercicios de estimulación temprana para el bienestar de los más pequeños son muchos! Pero, ¿qué ejercicios se pueden llevar a cabo?
¿Qué ejercicios puedo realizar durante los primeros meses?
Acuesta al bebé boca abajo, extiende sus brazos y motiva al mismo para que levante la cabeza y el tronco acariciándole la espalda.
Estando el bebé boca arriba, háblale y ponle juguetes de colores o con sonido en los lados para estimularlo a girar la cabeza hacia los lados. También puedes acariciarle suavemente la mejilla.
También boca arriba, se puede llevar a cabo el siguiente ejercicio. Levántalo suavemente hasta sentarle, sujetándolo firmemente de sus muñecas para que aprenda a hacerlo por sí mismo. No se recomienda hacerlo hasta que tengan 6-7 meses.
Otro tipo de ejercicios que puedes realizar con él acostado boca arriba, sería el de extender y encoger sus piernas suavemente.
Masajea suavemente todo su cuerpo desde la cabeza a los pies con un aceite adecuado.
Cuelga en su cuna juguetes de colores o con sonido para que cuando esté despierto capten su atención y fije la mirada en ellos.
Por último, y no menos importante, cuando lleves a cabo un ejercicio con el bebé, abrázale, sonríele y háblale mucho y con cariño.
Ahora que ya conoces la importancia, ventajas y principales ejercicios de estimulación temprana, te recomendamos que intentes integrar estas actividades en su rutina diaria, no como una obligación sino como un juego diario más.
Y recuerda que cada bebé es diferente y único y tienen su propio ritmo de desarrollo y aprendizaje por lo que ten paciencia y consulta siempre con profesionales especializados en este campo con cualquier consulta o duda que te surja.
En cualquier caso, todos los niños nacen con un gran potencial que se puede aprovechar para estimularle a la vez que disfrutáis de un buen rato juntos por lo que piensa en ello como un momento de distensión en el que disfrutar de tu bebé en el que además estarás contribuyendo en gran medida a su desarrollo.